Cumplimiento del agua, donde la única constante es el cambio

El equipo de normativas europeas de Pentair supervisa constantemente el panorama regulador para garantizar que nuestras certificaciones se mantienen al día ante cualquier cambio.
 

El agua potable limpia es uno de los elementos esenciales para la vida, por lo que no es de extrañar que la industria europea de tratamiento del agua esté altamente regulada y sometida a una estricta supervisión.
 

Para suministrar de forma sostenible agua limpia y segura a los ciudadanos de toda Europa, todas las autoridades, en todos los países, insisten en el cumplimiento de las normativas más estrictas. Todos los sustancias, materiales y productos están sometidos a un férreo control y los procesos de trabajo, minuciosamente documentados. Cada fabricante, proveedor e instalador también tiene un papel importante que desempeñar. Las normas deben cumplirse, las personas acreditarse y las certificaciones alcanzarse. La recompensa es la plena confianza en el agua que utilizamos. Saludable, sin contaminantes y con buen sabor, olor y aspecto.

Pentair ayuda a conseguir que esto suceda diariamente.
 

Inversión en calidad del agua

Para Pentair, nada es más importante que la responsabilidad de cumplir con las normas de calidad del agua. Invierte cientos de miles de euros al año en conservar la certificación reguladora europea. 

Pentair Europa cuenta con un equipo propio altamente especializado de expertos en la regulación de la industria de tratamiento del agua. Desde el departamento de operaciones de Pentair en Pisa, estudian constantemente las directivas y normativas de la UE, buscando innovación y cambio, así como cualquier impacto que pudiera tener. Su labor informa la fabricación, distribución, exportación, conformidad y cumplimiento de Pentair.

“En cierto modo, Europa es la región más compleja para la regulación del tratamiento del agua. Estamos regulados por varias directivas de la UE, como la ‘Directiva de agua potable’ (DWD) o la ‘Directiva de baja tensión’ (LVD), que establecen los objetivos que los países deben alcanzar. Sin embargo, es labor de cada país diseñar sus propias leyes sobre cómo integrar estas directivas en su legislación nacional. Por ejemplo, la implementación de la LVD ha resultado relativamente sencilla, ya que la mayoría de los países la aceptaron como un conjunto de normas técnicas, armonizadas en toda Europa. No obstante, en el caso de la DWD las distintas naciones nunca han compartido una estrategia común. Si bien los objetivos son idénticos, las autoridades locales pueden, y así lo hacen, interpretar la DWD a su manera, implementando unos estándares más estrictos de los que exige la propia DWD.”

Nada es constante excepto el cambio

“Las comisiones técnicas de la UE se reúnen y revisan las normas técnicas cada pocos años,” continúa Gian Paolo. “Si efectúan un pequeño cambio, como la licencia para la fabricación de un compuesto, por ejemplo, este puede tener un efecto dominó en los materiales que utilizamos o en las normativas adoptadas por un país concreto. De cualquier modo, debemos estar alerta, porque quizá tengamos que modificar nuestro producto y volver a presentar nuestra solicitud para la renovación de la certificación. Con los análisis de laboratorio y la administración requeridos, pueden suponer un proceso largo y costoso.

“Para hacernos una idea, el departamento comercial de tratamiento del agua europeo de Pentair por sí solo tiene más de 2.000 productos certificados para su división residencial y comercial, el 10 % de los cuales requieren renovación anual. Existen 14 normativas de la industria previstas solo para los tres próximos años. 

“Como fabricantes responsables, obviamente supervisamos y nos ajustamos a estas certificaciones y reaccionamos ante cualquier cambio.” comenta Gian Paolo. “Comprobamos que nuestros productos cumplan con los nuevos requisitos siempre que es posible y conseguimos las declaraciones de conformidad correspondientes, labor especialmente importante cuando los productos Pentair se han adquirido para su exportación a otras regiones fuera de Europa que pueden tener sus propios requisitos legales. En algunos sectores, como en mercados de contacto con alimentos, también debemos ofrecer trazabilidad. Se nos exige poder facilitar el número de serie de un producto concreto o incluso la fecha de fabricación de un compuesto.”

La certificación solo es el principio

“Conservar la certificación puede asemejarse a un matrimonio.” Gian Paolo sonríe. “La licencia de boda es solo el comienzo. Con los años, hacen falta amor, cuidados y comprensión para que el matrimonio prospere. Lo mismo sucede con la certificación, que rara vez permanece invariable. Las directivas cambian cada pocos años y las normativas, a menudo con más frecuencia. Así, las certificaciones requieren supervisión, revisión y renovación para alcanzar una armonía duradera.

“Afortunadamente, llevamos muchos años realizando esta labor. Llevamos mucho tiempo trabajando con los principales laboratorios internacionales y europeos, como TIFQlab, Groupe CARSO, TZW, Kiwa, Eurofins y NSF International, y comprendemos sus requisitos. Tanto si se trata de una nueva certificación o de un polímero al término de su periodo de licencia, a menudo podemos anticipar los cambios y adaptarnos para garantizar el cumpliendo de cualquier nueva normativa. Dicho esto, podrían ser necesarios de 6 a 24 meses para conseguir una certificación.”

La calidad del agua europea está segura en nuestras manos  

“Todos tenemos una responsabilidad social y legal en lo referente a un agua limpia y segura, ya seamos gobiernos, laboratorios, fabricantes o instaladores.

No dejamos nada al azar, y las inversiones que realiza Pentair en materia de conformidad regulatoria, proporcionan a nuestros clientes europeos un nivel extra de confianza. Esto forma parte de nuestros productos y de los motivos por los que nuestros clientes optan por Pentair.”

Un compendio de cumplimiento